¿Qué ocurre cuando se toma el clásico diseño Damier de Louis Vuitton –el conocido estampado en forma de damero creado por su fundador en 1888– y se aplica a una línea de alta joyería ? La respuesta es Le Damier de Louis Vuitton, la nueva colección que presenta Francesca Amfitheatrof, la genial directora artística de relojería y joyería de la maison . Compuesta de 12 piezas, entre anillos, collares, pulseras y pendientes, Le Damier reinterpreta el emblemático motivo geométrico en metales y piedras preciosas: "Trasciende generaciones y géneros" , afirma entusiasmada Amfitheatrof. "Le Damier de Louis Vuitton encarna todo lo que debe ser la joyería moderna".
Un momento cultural decisivo en la historia de la joyería sirvió de punto de partida a la diseñadora. Cuando, en 1978, la pulsera de un solo hilo de diamantes que llevaba la tenista Chris Evert voló de su muñeca en el US Open , el partido se paralizó hasta que se encontró la joya. Así nació la "pulsera de tenis" tal y como la conocemos hoy.
Amfitheatrof, alabada por su forma revolucionaria de romper los códigos tradicionales de la alta joyería, decidió forzar los límites de esta pieza tradicional: "Quería reimaginar el movimiento de la pulsera de tenis clásica y crear piezas modernas y continuas que fluyen con la piel". De ahí nace la pulsera de tenis Le Damier, una lección de puro lujo cotidiano , realizada con dos hileras de diamantes engastados, bien sobre oro amarillo o sobre oro blanco. Su exquisita elaboración no sorprende.
Sin embargo, la fluidez de la pieza, una especie de flexibilidad líquida que no suele asociarse con el metal, es el verdadero factor sorpresa. La pieza está diseñada para amoldarse perfectamente a la forma de la muñeca como una segunda piel . Es una pulsera de tenis, sí, pero diferente y única: “Hemos partido de esta delicada pieza clásica y la hemos convertido en una joya moderna siempre en movimiento, siempre en la muñeca, cotidiana, sin género, sin edad, con un toque de vanguardia.
Son piezas que nunca querrás quitarte . Ni estando desnuda”, explica Amfitheatrof. Este espíritu 24/7 –desde la continuidad del diseño hasta la forma de llevarlo– se extiende a toda la colección Le Damier.
Los anillos, lujosas piezas que aspiran a convertirse en las nuevas alianzas Eternity , se presentan en dos modelos distintos: uno con dos filas de diamantes y otro, más geométrico, con cuatro. El colgante redondo, también salpicado de diamantes, va enfilado en una fina cadena de oro amarillo; y los pendientes, a primera vista sencillos aros de oro amarillo, llevan diamantes incrustados que se alternan a la manera del característico damero de la firma. Porque, "aunque es una colección de diamantes, las piedras nos son lo más importante" , matiza la diseñadora.
"Lo importante es el patrón que crean. Si Louis Vuitton estuviera vivo, creo que estaría muy orgulloso de ver su creación de 1888 convertida en joyas de oro y diamantes. La fluidez del estampado Damier de la maison se lleva ahora en la piel .
Es un clásico moderno y actual que puede acompañarte siempre". Sin embargo, aunque Amfitheatrof destaca claramente la vocación de Le Damier de convertirse en reliquia familiar –la impresionante artesanía de las piezas bien merece pasar de generación en generación–, el modo de llevarlo no exige tanto cuidado: “Estas piezas son sensuales pero desenfadadas. Y son para todo el mundo”.
Entonces, ¿cómo aconseja llevarlas? La diseñadora no pierde detalle: " ¡Vivan las superposiciones! Me encantan las pulseras. Son muy finas y sensuales y sientan muy bien sobre la piel, así que son ideales para apilarlas y mezclar oros de distintos colores y tamaños". Esta visión contemporánea e inclusiva aporta un soplo de aire fresco a un mundo (el de la alta joyería) a menudo estancado en la tradición.
Para Amfitheatrof, la clave es mirar atrás para saber mirar hacia delante: "Le Damier de Louis Vuitton es una creación para una nueva era. Es una colección moderna, sí, pero está pensada para perdurar siempre". Este artículo se publicó originalmente en Vogue.
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