La sastrería y la herencia, para Sabato De Sarno , son una pasión desde antes de entrar a Gucci . O, como menciona el comunicado de prensa, una de sus obsesiones, que debe interpretarse en el sentido más positivo del término. Para empezar, no podemos dejar de notar la maestría con la que presenta a la prenda atemporal por excelencia: los jeans.
En este caso, Sabato De Sarno presenta los pantalones de mezclilla en tendencia con un diseño particular: con costuras al frente, doble color de denim, y en su versión más popular de la temporada: los baggy jeans. Y, por supuesto, también están los pantalones negros de pinzas que presentó al inicio del desfile: un traje de chaqueta y pantalón, con una silueta masculina como homenaje a los años 60, esencial en apariencia pero nada convencional. Una sastrería impecable y linear, en gris , con un detalle fresco e inesperado, que ve el pantalón cortado hasta el maléolo, para abrirse y mostrar los zapatos, en este caso tenis deportivos.
Una vez más, Sabato De Sarno confirma que lo ordinario puede elevarse a un nivel superior , gracias a prendas estructuradas, finamente construidas en cada detalle y, sin embargo, muy ponibles en la vida real. Es el caso de los vestidos capa de corte asimétrico en jersey ceñido, los vestidos largos con aberturas laterales, las minifaldas panier, las chaquetas estructuradas y los shorts multifuncionales, cada uno de los cortes es impecable, elegante y sofisticado. Las gabardinas y los abrigos están entre las piezas clave y, aunque tienen un toque de alta costura, también tienen una actitud urbana gracias a la combinación con sencillas camisetas de tirantes y vaqueros.
Atraen porque tienen esa elegancia mínima, a la que Gucci se refiere como una grandeur casual . Todo apunta al orden , incluso en los colores. Grises y blancos matizados por tonos verde manzana, un toque de naranja y el omnipresente rojo Ancora.
El cuero en acabado brillante, la lencería bajo vestidos de encaje y el monograma GG también figuran entre los imprescindibles. El mundo del Bambú también es protagonista, no sólo por los bolsos, mantenidos en su estructura original pero con detalles y hechuras renovadas, sino también inspirando las joyas, las Bamboo Torques, con sus giros que siguen el cuerpo o que cierran los vestidos de inspiración años 90. Una curiosa novedad son los míticos Bamboo 1947, ahora reinventados por artistas japoneses como parte de un proyecto colaborativo que celebra los 60 años del It-bag.
También hay otros dos detalles; el horsebit , que vive en los zapatos, desde los mocasines a las botas planas setenteras, y el pañuelo Gucci Flora extraído de los archivos originales y diseñado por el ilustrador Vittorio Accornero de Testa. Artículo publicado originalmente en Vogue Italia, vogue.it.
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