Las pensiones no contributivas son una pieza clave del sistema de bienestar en España, especialmente diseñadas para aquellos jubilados que, a pesar de haber trabajado durante años, no lograron cotizar el mínimo necesario para acceder a una pensión contributiva. Estas pensiones, que sirven como un salvavidas económico para las personas más vulnerables, experimentarán un aumento significativo en los próximos años . El Gobierno de España ha confirmado que, a partir de 2025 , habrá un notable incremento en las pensiones no contributivas, como parte de su plan de revalorización anual .

Las pensiones no contributivas están dirigidas a aquellos ciudadanos que, al llegar a la edad de jubilación, no han cotizado los 15 años mínimos exigidos para acceder a una pensión contributiva de la Seguridad Social . Estas prestaciones, de carácter asistencial, buscan garantizar un ingreso mínimo a quienes carecen de recursos económicos suficientes para vivir dignamente tras abandonar la vida activa. El acceso a estas pensiones no es automático y requiere cumplir ciertos requisitos , como no superar un umbral de ingresos anual específico , que varía según el número de personas que convivan en el hogar del solicitante.

Para una persona que vive sola, este límite se sitúa en 7.250,6 euros al año, pero se incrementa progresivamente si el beneficiario convive con familiares cercanos, como su cónyuge o hermanos, alcanzando un máximo de 56.19.